martes, 21 de marzo de 2017

La Historia de los Dos Yoguis

Hay que hacerse la promesa a uno mismo de que no vamos a permitir que el malestar y las decepciones alteren nuestro estado de alegría y paz interior.


"La felicidad es el antidoto de la infelicidad
La alegría es el opuesto de la tristeza o la decepción"

En cualquier circunstancia o incidente, por muy desagradable que sea, incluso cuando alguien nos amenazara con degollarnos, no vamos a dejar que se perturbe nuestro estado de paz interno, hay que hacerse la promesa de no perder nuestra alegría y mantener nuestra propia paz.

Si en una situación tan trágica somos capaces de mantener la paz, entonces en ningún momento nos podremos encontrar infelices, mantener esa paz es lo que todos desearíamos.

Podemos argumentar que no permitir que este momento tan dramático nos perturbe, que cuando alguien amenaza nuestra vida esto no nos afecte, es de ser insensibles. Pero si te encuentras en ese momento tan poco deseable, en ese momento; ¿vale la pena ser infelices?, ¿perder la paciencia?, ¿decepcionarte?

Este argumento es refutado por el hecho de que ser infeliz, decepcionarte o agobiarte, no va a impedir que esta circunstancia desagradable cambie, pues si alguien que va a degollarte y que por el hecho de perder tu paz interna, la persona cambie de opinión y te venga a decir: "¡oh!, vale, te perdono" realmente eso no va a ser así, él te seguirá amenazando e incluso con una mayor alegría diciendo: "he perturbado tu paz interna, ¡qué bien! ahora voy acabar con tu bienestar físico". Por lo tanto, esta claro, que manteniendo la paz, tienes mas posibilidades de evitar que ocurra, puedes responder diciendo: "¿y cómo me vas a degollar? ¿qué armas usarás?" y en ese momento de distracción, puedes preparar una defensa o puedes buscar un hueco para escapar, pero si te alteras o te vuelves histérico, si hay alguna oportunidad de escapar no la aprovecharás, ya que te quedarás paralizado y perdiendo el control para tomar una decisión creativa, racional y sensata que te ayude, ya que para ello es necesario la calma.

"Cuando conozcas los beneficios de la paciencia, de aceptar con gusto el dolor, podremos mantener la paz en los momentos de dolor y pena."




Hay una historia:

Había una vez dos yoguis que iban hacer un retiro en diferentes cuevas de una aldea, en esta aldea habia un demonio que llamó a sus dos esbirros y les dijo: "hay dos yoguis que van hacer un retiro, tenemos que obstaculizar su retiro y fastidiarlos, pues sino los fastidiamos y conseguimos que desistan de su retiro, podemos perder nuestra aldea, ya que las personas de la aldea podrían tener más paz y no dejarse dominar, ni manipular por nosotros.

Uno de los esbirro fue junto al yogui del este, y para fastidiarlo sembró un grano de trigo en la puerta de la cueva del yogi. Este trigo germinó con un brote muy fuerte, y entonces el yogui al encontrar la espiga, se dijo: "¡oh!, esta tierra parece muy fértil, si ahora la cultivo, voy a tener buenas y abundantes cosechas". Entonces este yogui empezó a cultivar y dedico parte de su tiempo en eso, y poco a poco cada vez más terreno y más, dedicaba así todo el tiempo a  la cosecha, por lo que no tenía tiempo para la práctica ni entrenaba su mente.

Mientras, el otro esbirro del demonio, fue a fastidiar al yogui del oeste, pero este yogui meditaba en Tonglen, una práctica en la cual tomaba todo el sufrimiento de los demás y les daba su propia felicidad. Este esbirro del demonio pensó que para poder fastidiarle, tenía que hacer justo lo contrario, así que tomó el sufrimiento que el yogui tomaba de los demás seres y le daba toda la felicidad que el yogui daba a los seres, entonces el esbirro del demonio de esta manera empezó a realizar también la práctica de la meditación de Tonglen, pensando que hacer lo contrario era lo que iba a molestarle. Pues el yogui aceptaba el sufrimiento así que pensó que tenia que darle felicidad, y así lo fastidiaba.

Los dos regresaron junto al demonio, y el esbirro del yogui del este, dijo: "he fastidiado el retiro del yogui, porque se ha convertido en un campesino, todo el tiempo lo pasa cosechando", entonces el demonio, lo ascendió de cargo, y tuvo un grupo de esbirros para dirigir. En cambio, el esbirro del yogui del oeste, dijo que había hecho Tonglen, tomando todo el sufrimiento del yogui y él le daba felicidad, porque eso es lo contrario que hacía el yogui, entonces el demonio le dijo que era muy muy tonto y lo expulsó.

Este esbirro ahora se encontraba solo y abandonado y la única manera que tenia de vivir era refugiándose con el yogui. Asi que le pidió que le enseñara y poco a poco superó su estado demoniaco y se convirtió en un bodhisattva.

Enseñanzas de S.E Nyari Tritul Rimpoché







4 comentarios:

  1. Simplemente maravilloso !!!
    Gracias _/|\_

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tu comentario, nuestros mejores deseos.

      Eliminar
  2. Muy didáctico. Además, resulta gratificante sacar la conclusión de que hasta los demonios pueden aprender del Dharma, practicar Bodhichita y llegar a ser un Bodhisatva

    ResponderEliminar